Entender la violencia y el conflicto es de gran relevancia para el contexto social y político de una sociedad. Por tanto, es de gran interés para la economía resaltar las causas, interacciones y posibles soluciones que puede tener el conflicto. De esta manera, vemos la necesidad de que la economía como ciencia social se sensibilice y dialogue con otras ciencias sociales para entender desde una perspectiva más general los conflictos.
Para el contexto colombiano, comprender la violencia es fundamental para comprender la relación entre el conflicto armado y la política, ya que las diferencias entre los partidos tradicionales son la principal característica de la dinámica del conflicto que se desarrolló entre 1946 y 1966. A mediados de la década de 1950, la violencia en este departamento se intensificó; el conflicto llegó a cerca de 1400 personas muertas en 1958, como consecuencia de innumerables contiendas partidistas a nivel local que propiciaron un estado de anarquía generalizada (Karl, 2018). La constitución de El Frente Nacional (1958-1974), en la que se acordó la alternancia del poder político entre los partidos tradicionales, jugó un papel fundamental en la institucionalización de los grupos subversivos debido a la baja participación política y el monopolio de las decisiones políticas. En este contexto economistas y científicos sociales en general han sido de total relevancia para el conflicto y la situación política y social en Colombia.